domingo, 26 de septiembre de 2010

¡ANDA YA!



            Habrán leído, los que leer sepan y quieran, que el presidente de la “Hermandá”, en su escrito del programa de fiestas de Mahoya 2010, en el último párrafo dice: Permitirme hacer una petición para todas las personas que no gozan de ella; que en estos días de fiestas de la Exaltación de la Santísima y Vera Cruz, les llegue a sus corazones la grandeza de la Humildad.
            A veces da la impresión de que algunos, siguiendo el ejemplo de los grandes cargos políticos, firman lo que le ponen delante, sin parar a considerar lo que firman. Y como hay cosas que por decoro, a estas alturas de la primera década del siglo XXI claman al Cielo, no puedo guardar silencio porque pecaría de indigno. Por tanto voy a enderezar entuertos, tal cual le corresponde a cualquier cronista que se precie en el cargo, aunque sea “oficioso”:
1º.- Sepan y entiendan los que entender quieran, que según en misal romano, el ortodoxo, el griego, el copto, el armenio, etc., excepto el de los palestinos marcianos, honoríficos, rimbombantes y capullíficos, que desde el siglo IV, los cristianos celebramos el 14 de septiembre la festividad de La Exaltación de la Santa Cruz, sin el Vera y sin la Santísima.
2º.- Cuando los despotrica diccionarios emplean machacona y “solemnemente” la redundante e innecesaria adjetivación de “vera”, ¿a qué vera se refieren: a Vera López; a Vera Meseguer; a Pérez Vera…por citar algunos?
3º.- ¿Por qué al final del referido párrafo escribe la palabra humildad con mayúscula? Que cada cual piense lo que quiera, pero algunos ya le han aplicado lo que dice un conocido refrán popular, que no populista: “Dime de qué presumes y te diré de qué careces” 
4º.- ¿Y cuando dice en el referido párrafo “para todas las personas que no gozan de ella”, a qué ella se refiere: a la Santa Cruz, a la Santísima Cruz o a la Santísima y Vera Cruz? ¡He ahí la cuestión semántica de la exclusividad ortoprosódica!
5º.- Y no dejando pasar ciertas cuestiones de estas fiestas septembrinas, pregunto ¿La lentitud parsimoniosa de la procesión, que no romería, a quienes se la achacamos: a los carros no, por su ausencia; a los tiradores tampoco, pues tuvieron que frenarlos en varias ocasiones; a la del cetro, faltaría más; por tanto sólo queda la “oficialidad”, con los debidos respetos?
6º.- ¿Es que hay problemas por la falta de penitentes para llevar “la Cruz”? Después de copiar lo de “Vera” sólo queda ponerle ruedas, para equipararnos con Caravaca, porque hay que ser muy penitente para llevar más de 30 Kg. al hombro sin que peligre la salud física. Y el trono sí que pesa ahora más que cuando Conchita la del tío Cándido le ponía las flores, porque en aquellos tiempos no se le colocaban las esponjas empapadas de agua y el floripondio era, además de autóctono, más modesto Hay que adaptarse racionalmente a las circunstancias, que la burricie nunca ha sido signo de progreso, sino todo lo contrario. ¡Qué oportunidad están desperdiciando los hermanos fantasmas, para acudir a “llevarla”y ganar indulgencias!
7º.- Aprovecho la ocasión para saludar a todos los “corvilleros” y gritando a los cuatro vientos del desierto de la Palestina Marciana digo: ¡Vasta ya! ¡Tonterías las justas! Como le dijo un médico a un conocido carpintero de aquí: Me haga usted una cuña así de larga, señalándole la medida con los dedos. El carpintero midió y dijo: treinta y tres centímetros y medio. El cliente, todo serio, respondió: ¡ni un milímetro más!
            Perdóneme el respetable público que a bien tenga leer esta misiva, pues no digo todo esto en las asambleas por si no me dan la palabra cuando me corresponda, por lo del “reventón”; porque no me tome por irreverente algún despistado corresponsal o alguien de la clase cacical y pida que venga la Benemérita; o por si se les ocurre sentarlo en acta, tal cual, y lo emplean antagónicamente.

E. Marco, hermano de la Hermandad de la Santa Cruz de Abanilla, que no primo, y cronista oficioso de Favanella, para mayor gloria de los que gozan de Ella, la adoran el Viernes Santo y la veneran el resto del año, como mandan los cánones.    


NOTA.- He escrito vasta con v, que no con b, como en la ortografía civilizada corresponde, porque en tiempos de “Favanella” cada uno escribía (los que sabían escribir) según su ortografía, que es lo mismo que hacen VII siglos después algunos “alcaldes cortijeros”: Lo que les da la gana, interpretando la legislación vigente según le conviene a su gente, que no a sus gentes.

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