martes, 26 de octubre de 2010

DATOS HISTÓRICOS SOBRE LA FIESTA DE SANTA ANA Y SU ERMITA


  • En 1566, el 25 de julio, festividad de Santiago, el concejo acuerda celebrar en lo sucesivo la fiesta en honor de la señora Santa Ana, madre de Ntra. Señora la Virgen María, para que ella les sea interceptora con Ntro. Señor, en guiarlos en todos su hechos y en darles bienes temporales. Página 240 del libro de la Historia de nuestra Parroquia.
  • Tras el concilio Vaticano II se produjo la reforma del santoral y la festividad de San Joaquín, que se celebraba el 17 de agosto, se unió con la de Santa Ana, el 26 de julio.
  • La ermita de Santa Ana de Abanilla se terminó de edificar en 1604, a cargo del concejo, pero no se tiene la certeza de que fuera en su actual emplazamiento, posiblemente en la Huerta, según los datos especificados en dos testamentos del año 1596. (Véase Historia de Abanilla, de Musá Ben Nusayr y el capítulo IV del libro de la Parroquia). En el siglo XVIII, ya se especifica, inequívocamente, su actual emplazamiento. Desde su principio tuvo su ermitaño, con cargo al concejo, previa propuesta por éste y la ratificación del Obispado, (páginas 92 y 93 de la historia de la Parroquia). El aljibe que hay junto a la ermita lo adquirió el concejo en el año 1606.
  • La primera referencia que tenemos de la procesión de Santa Ana, en su ermita, es del año 1605, en la que consta que Juan Tenza cobró 32 reales por efectuar una danza, dando gracias por el buen tiempo que les había dado el Señor (página 240 del tomo I, de La Historia de Abanilla, de Musá Ben Nusayr).
  • En el año 1719, se relaciona que en la iglesia de Abanilla había un lienzo (pintura), de Santa Ana, proveniente de su ermita. También se reseña que en la iglesia de San Benito había una campana procedente de la ermita de Santa Ana. La ermita de Santa Ana, en varias ocasiones ha estado en ruinas, con el techo volado. Sus enseres fueron depositados en la iglesia y en la ya desaparecida ermita de San Sebastián y San Roque (la de San Antón)
  • Desde el año 1942, en Santa Ana está la imagen de San Joaquín y desde 1986 la de la Virgen de Fátima. Actualmente también está la de San José, el que estaba en el retablo, adquirido por el Ayuntamiento en 1941, junto con un armonio, a Ramón Berteliú, de Olot, según el acta municipal del 07-04-1941.
  • Respecto a la forma en que se deben celebrar los eventos festivos, tenemos que remitirnos a las directrices emanadas del concilio de Trento (1545-63), que dicen lo siguiente: “la celebración de los santos o la visita a las reliquias, no deben verse pervertidas por el pueblo en fiestas ruidosas y alcohólicas, como si aquellas pudieran celebrarse con jolgorio y sin ningún sentido de la decencia”.
  • En los evangelios apócrifos, el llamado protoevangelio de Santiago, probablemente del siglo II, nos refiere que los padres de la Virgen María se llamaban Joaquín y Ana. Tenían una buena posición social pero llegaron a la ancianidad sin descendencia y en aquella sociedad de entonces la esterilidad era motivo de abochornamiento. Abrumados por este pesar no dejaban de pedir a Dios un hijo. Joaquín dejó a su mujer y se fue a la montaña con sus rebaños. Un día se le apareció un ángel a Ana y le dijo: “Ana, el Señor ha escuchado tu ruego: concebirás y darás a luz y de tu prole se hablará en todo el mundo”. Este relato parece un calco de la anunciación del ángel Gabriel a María, referido en los evangelios canónicos por san Lucas, pero es el único que hay.

Datos recopilados por E. Marco ( programa de fiestas Mahoya 2009)

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