martes, 26 de octubre de 2010

MEDIO AÑO FESTERO 2010

MEDIO AÑO FESTERO 2010
Sábado 16 de octubre
Introducción
En este lugar tan santo
pidamos a la Abuela y a María,
que nos protejan con su manto
a toda la feligresía.

Y antes de que se ponga el sol
le vamos a rendir homenaje,
a un poeta pastor
llamado Miguel Hernández.

Las reinas y damas lo hacen con versos de su poema “La campana y el caramillo”:
1.- Dama Mora
En la ermita campesina
oro en caldo, a la mañana,
echa, fina,
la campana.

2.- Dama Mora
Cuando en ella da la brisa,
dice presta:
¡Pasa a prisa!
¡Pasa a prisa, que hoy es fiesta!

3.- Reina Mora
Cuando el cohete ganas vierte
en la brisa, dice presta:
¡Truena fuerte!
¡Truena fuerte, que hoy es fiesta!

4.- Reina Cristiana
Cuando suena, con sordina,
el tambor, exclama presta:
¡No retumbes! ¡Trina! ¡Trina!
¡que hoy es fiesta!

5.- Dama Cristiana
Cuando la dulzaina pita
suavemente, dice presta:
¡Aún más alto! ¡Grita! ¡Grita!
¡que hoy es fiesta, que hoy es fiesta!

6.- Dama Cristiana
Y bajo el callado brillo
de un astro que tremulece,
del pastoral caramillo
el armónico aire crece.
A continuación vamos a recitar su poema RECONQUISTA, escrito en 1930, el cual rememora la leyenda de “La Armengola”, sobre la epopeya de la reconquista de Orihuela:

Narrador (E. Marco)
Aben-Mohor, en el castillo ingente
del cual es él alcaide omnipotente,
advierte que la invicta
y católica prole de Orihuela
a sus tiranas leyes se revela,
y esta sentencia irrevocable dicta:

Alcaide Moro (J. A. Gálvez)
¡OH, mi guerrera y valerosa grey…!
Pues no quieren acatar mi ley
esos tigres, vergüenza de Mahoma,
¡matadlos! y mostradme sus despojos
antes que un día nuevo vean mis ojos
la luz dorada que en oriente asoma…
¡Que no quede uno sólo con la vida
de esa rebelde raza aborrecida
que mi maldición es y mi desdoro!

Narrador
Esto dice feroz el agareno
e impávido y sereno
húndese en su sitial de seda y oro.
¡AY, pueblo de Orihuela! ¡Cómo ignoras
la horrible trama que las furias moras
han concebido para disolverte!
¡Cómo vives ajeno de trastorno
sin ver que de ti en torno
su vuelo funeral alza la muerte…!
Mas no; que una hija tuya fiel y hermosa,
altiva y valerosa
cual la misma Leona de Castilla,
que del infante del visir malvado
ha tiempo está al cuidado,
advertida del plan, que maravilla
le causa al par que espanto,
otro ella peregrino en su quebranto
idea, acepta, traza
y lo emprende con tino y diligencia
del alcaide acudiendo a la presencia,
decidida a salvar su noble raza…

Armengola (Arantxa Están)
¡Señor! Diz que exigiste que perezcan
las oriolanas gentes cuando crezcan
las sombras y florezcan las estrellas;
¡por Mahoma que está bien que lo exijas!
Más ¿dejarás morir a mis dos hijas
y a mi esposo con ellas…?
¿Permitirás que quede triste y sola
la infeliz Armengola…?
¡OH espejo de Alá a quien mi voz dirijo,
no acepte tal tu espíritu sereno!
Recuerda que con sangre de mi seño
medrando está tu hijo…
Si lo olvidas, señor, si ves con calma
que pierdo lo que es el alma de mi alma,
no te extrañe si al puro fulgor blanco
con que la aurora los espacios llena,
ves desde una alta almena
mi cuerpo en los abismos de un barranco…

Narrador
Esto dice a los pies del moro en tanto
que brillante de llanto
entre las manos la mejilla esconde;
y el moro, tras mirarla un breve instante,
pausado y arrogante,
sin ver que se traiciona, le responde:

Alcaide moro
¡Por Mahoma, que más no has de apenarte!
Parte en buena hora hacia tu choza, parte
y conduce hasta aquí tu tribu amada:
mas…júrame antes, jura
que por tu boca sonrosada y pura
los sentenciados no han de saber nada…

Armengola
Yo os prometo ¡OH señor! Que por mi boca
nada sabrán

Narrador
En su alegría loca
que ahogar procura, exclama con firmeza…
Sale; abandona el sólido castillo,
desciende al arrabal, y su sencillo
plan, animosa con su gente empieza.
Avisa al hijo del monarca santo
que en la ganada Murcia se halla; en tanto
apresta a su oriolana brava gente
a la lucha como un segundo Marte,
y al castillo con tres valientes parte,
tres disfrazados convenientemente…
La noche ya ganó la excelsa altura
y los cuatro deslizándose en la oscura
sombra con precauciones bien prolijas
hasta la entrada de la fortaleza…
¿Quién va…? (dice una voz con aspereza)

Armengola
¡La Armengola y sus hijas!

Narrador
Sin advertir el moro lo postizo
tiende apresto el puente levadizo
para que la heroína pasar pueda:
y es él el que primero
al ancho filo de un cortante acero
por la montaña atravesado rueda.
De los tres oriolanos precedida
atraviesa salones la atrevida
e iluminada hembra:
y cual el huracán que se desata
aquí hiere, derriba allí, allá mata
y en todas partes el espanto siembra…

Cuando el alba rompiendo los cendales
dé sombras en los diáfanos cristales
del cielo muestra su fulgor divino,
 vese cómo tremola mansamente,
sobre almena insolente
“El lábaro triunfal de Constantino”.

Es la señal que aguarda Alfonso el Sabio,
que con trémulo labio
a su huestes que lleguen les ordena
a la ciudad, donde los ya vencidos
moros, lanzan rugidos
de rabia, de odio y pena.
Y llega a la ciudad el regio infante;
y cuando ante sí tiene a la arrogante
mujer, por lo que el lábaro tremola
triunfal, le grita a la oriolana gente:

¡De Teodomiro digno descendiente
eres…! ¡Pero más digna, tú, Armengola!

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A continuación, nuestro párroco don Juan Matías, que en mayo fue nombrado por la Mesnada de Calatrava “Vicario General Castrense”, hace la presentación a los Santos Abuelos y a La Virgen, del niño José Javier Tenza Sebastián.

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Remitido por E.Marco

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